martes, 28 de noviembre de 2006

Podriamos reflexionar sobre la violencia en las aulas me gustaria poder compartir vuestras opiniones.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

La violencia en las aulas es una realidad a la que no debemos dar la espalda

inma robles dijo...

claro que estoy dispuesta a debatir lo que propones. Me gustaría invitarte a proponer propuestas para posibles proyectos educativos-conductuales para, desde nuestra postura, cambiar malos hábitos, instaurando los valores primordiales. Inma

inma robles dijo...

Paco, estoy encantada de debatir contigo estos temas. Propongo que inicies tu una sugerencia dentro de la temática, y a partir de ella, empezar el camino.

Anónimo dijo...

Qué esta pasando con nuestros jóvenes? quién debe empeza a cambiar los modelos actuales que llevan a esta violencia? por qué permanecemos en silencio? de qué valores estamos hablando...........

Mavi dijo...

La violencia en las aulas sólo es el reflejo de nuestra propia sociedad, es decir, la reproducción de la familia, el contexto social y cultural, el pensamiento que transmitimos...
El año pasado basé mi proyecto de Animación Sociocultural en este tema. Puedo deciros que no hay muchas investigaciones, ni bibliografía, por supuesto. Las repercusiones son mucho más que alarmantes, ya que están influyendo en valores como el de justicia (Ejemplo: pensamientos en los jóvenes... "si le hacen eso, algo habrá hecho"...JUSTIFICACIÓN DE LA VIOLENCIA). Los valores de reivindicación van desapareciendo, porque el miedo es parte de sus vidas: no quieren involucrarse para que no les pase a ellos, ECT.
Os dejo la definición que elaboré con toda la información recopilada.

El bullying o maltrato escolar es el acoso psicológico, moral y/o físico donde un chico o chicos más fuertes, más grandes y con más poder que otro, cometen abusos sobre éste. Las características de este fenómeno son: conducta agresiva intencional, habitual, persistente y sistemática, desequilibrio de fuerzas entre los-as participantes y desconocimiento de la situación, por parte de los adultos. Los tipos de maltrato son: verbales (insultos, humillaciones o amenazas), físicos (golpes, zancadillas, patadas, o hurtos, o estropeo de objetos de la víctima), sociales (exclusión, difusión de rumores y calumnias sobre la víctima) y/o psicológicos (acecho, gestos, desprecio o agresividad contra la víctima). Como consecuencias de este fenómeno se pueden destacar:
1.En general, se produce un daño psicológico y emocional y se ve afectado el desarrollo socio-emocional y de la personalidad de todos los agentes implicados.
2.En la víctima, se pueden distinguir entre consecuencias inmediatas y a largo plazo. Las inmediatas son: sentimientos negativos (miedo, tristeza, culpabilidad,…), baja autoestima, encerramiento en sí mismo, bajo rendimiento escolar, hostilidad, síntomas psicosomáticos, amarga la vida a los demás. A largo plazo, pueden ser: rechazo o fobia escolar, fracaso escolar, problemas de salud mental, revictimización, desconfianza hacia los demás, suicidio.
3.En el agresor, se puede destacar, que aprende a maltratar, encuentra un reforzamiento por parte del grupo, tiene dificultades para mantener relaciones interpersonales igualitarias y satisfactorias, transfiere ese modelo de dominio a otras situaciones sociales, tiene problemas de rendimiento escolar y suele provocar situaciones de indisciplina en el aula.
4.En los espectadores se produce: temor a ser victimizados, aprenden la “valoración social” de estas conductas, desensibilización a la violencia y sufrimiento de los demás, consideración de la violencia como algo inevitable, aprenden a ser pasotas, a no ser solidarios y pueden aparecer sentimientos de culpa.
Las causas pueden ser variables personales, familiares, escolares y ambientales, sociales o culturales.
Lo que impide que desaparezcan estas situaciones es la perspectiva desde la que ven el conflicto los distintos implicados:
Agresor y cómplices: gana atención, respeto, temor,…; compensa sus frustraciones, inseguridades; se siente importante; así ha aprendido a resolver sus conflictos; minimiza la importancia de sus actos; culpa a la víctima, se autoexculpará; apelará a sus derechos; se hará la víctima; reaccionará con más violencia.
Espectadores: no saben cómo ni a quién pedir ayuda, reina la ley del silencio, tienen un falso sentido de justicia (“algo habrá hecho”), carecen de recursos, sienten miedo a convertirse en víctima.
Víctima: su aislamiento, falta de eficacia en sus estrategias y merma de la autoestima.

Como podéis comprobar los educadores sociales tenemos mucho
trabajo que hacer, desde diferentes ámbitos, para paliar y luchar contra este gran problema

Anónimo dijo...

Los valores se estan perdiendo en nuestra sociedad, de tal manera que los niños y jóvenes de nuestros días solo reacionan con violencia y en muchas ocasiones el diálogo no se ha hecho para ellos.
Es una pena que no sepamos o no queramos poner remedio a esta "gran falta " de comportamientos que esta generando la pérdida de dichos valores.
Como futuros Educador@s Sociales debemos poner fin a esta gran violencia y enseñar a nuestros niños y jóvenes a ver la vida de otra forma, para asi conducirlos a un mundo mejor

Anónimo dijo...

La problemática me parece real e interesante de debatir. A mi entender el problema está en los límites. ¿Qué se considera violencia en las aulas y qué se considera juegos de chiquillos?. En el colegio de mis hijas ha surgido un problema, los padres consideran que se está produciendo una persecución con su hijo, la profesora no lo considera así. Yo le recomendé hablar con el Orientador del Centro, puesto que lleva sucediendo algún tiempo y no se soluciona el problema. Enhorabuena a Francisco por el blog.Toñi-Jerez

TIRITITRAN dijo...

Trataré de estar en contacto.
Saludos

Marisol Bravo Fernández dijo...

Yo creo que la problemática está servida pero no podemos cargar este echo a los chavales, ya que ellos son un producto de nuestra sociedad, lo primero que tenemos que hacer es recordar que somos modelo de referencia...y ellos nuestro reflejo.Pero cómo lo hacemos, es dificil, los valores está cambiados,las inquietudes son diferentes dentro de la misma sociedad. Empecemos por ser mejor personas y predicar con el ejemplo porque ellos irán aprendiendo.

Anónimo dijo...

ACABO DE OIR QUE LA MINISTRA PROPONE MEDIADORES EN LAS ESCUELAS PARA CONFLICTOS, NO ESTÁ DEL TODO MAL LA PROPUESTA SIN EMBARGO ES VERTICAL, LA TRANSVERSALIDAD CON CONTENIDOS EN EL CURRICULUM SERÍAN VALIOSOS PERO COMO EL RESULTADO ES A MEDIO PLAZO Y LAS ELECCIONES SON A CORTO SEGUIMOS PONIENDO PUERTAS AL CAMPO

Anónimo dijo...

ACABO DE OIR QUE LA MINISTRA PROPONE MEDIADORES EN LAS ESCUELAS PARA CONFLICTOS, NO ESTÁ DEL TODO MAL LA PROPUESTA SIN EMBARGO ES VERTICAL, LA TRANSVERSALIDAD CON CONTENIDOS EN EL CURRICULUM SERÍAN VALIOSOS PERO COMO EL RESULTADO ES A MEDIO PLAZO Y LAS ELECCIONES SON A CORTO SEGUIMOS PONIENDO PUERTAS AL CAMPO

Anónimo dijo...

Interesante el tema de la violencia en las aulas.
En mi opinión la violencia en las aulas es el reflejo de la fascinación que se ha generado en nuestras "sociedades desarrolladas", por la misma.
La violencia desgraciadamente vende. Aparte de los intereses groseros de algunos mercaderes, reflexionar qué hay detrás.O qué no hay.

Anónimo dijo...

Me gustaría transmitir mi reflexión personal sobre “lo concernientemente social” . Vivimos en una sociedad en continuo cambio, caracterizada por los efectos de la globalización: creciente y vertiginoso aumento y manejo de las tecnologías en la vida diaria, , minorías étnicas enfrentadas, etc.
Todos estos antecedentes y muchos más no citados, representan el caldo de cultivo idóneo para una mayor discriminación, con la consecuente marginalidad producida y desembocando en un aislamiento inevitable. Nosotros/as los/as educadores/as debemos estar preparados incluso para poder afrontar los cambios que hoy día todavía se desconocen, y son venideros, y luchar por discernir de los juicios y decisiones dirigidos por la opinión y manipulación de unos pocos/as encaminadas a la consecución de sus propios intereses, no los intereses de todos/as.
Para ello, nuestras herramientas para luchar por una sociedad más justa y equitativa socialmente para todos los integrantes de la misma, independientemente sexo, raza, cultura, edad, etc, son nuestra propia palabra y opinión sobre los hechos que huye de la pasividad y la necesidad latente de inculcarles un sistema de valores desde nuestros/as más pequeños hasta los mayores, como medio para combatir la exclusión social o cualquier forma de marginación, ya sea en mayor o menor grado.

Ana María Lora.07/03/07